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EL MENSAJE DE SILO (Primera parte del libro)

Published by Conciencia Con Amor under on 10:23

I. LA MEDITACIÓN

1.Aquí se cuenta cómo al sin-sentido de la vida se lo convierte en sentido y plenitud.
2.Aquí hay alegría, amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al espíritu.
3.Aquí se reniega de los sacrificios, del sentimiento de culpa y de las amenazas de ultratumba.
4.Aquí no se opone lo terreno a lo eterno.
5.Aquí se habla de la revelación interior a la que llega todo aquel que cuidadosamente medita en humilde búsqueda.


II. DISPOSICION PARA COMPRENDER

1.Sé cómo te sientes porque a tu estado puedo experimentarlo pero tú no sabes cómo se experimenta lo que digo. Por consiguiente, si te hablo con desinterés de aquello que hace feliz y libre al ser humano, vale la pena que intentes comprender.
2.No pienses que vas a comprender discutiendo conmigo. Si crees que contrariando esto tu entendimiento se aclara puedes hacerlo pero no es ése el camino que corresponde en este caso.
3.Si me preguntas cuál es la actitud que conviene, te diré que es la de meditar en profundidad y sin apuro lo que te explico aquí.
4.Si replicas que tienes cosas más urgentes en qué ocuparte, responderé que siendo tu deseo dormir o morir, no haré nada para oponerme.
5.No argumentes tampoco que te desagrada mi modo de presentar las cosas porque eso no dices de la cáscara cuando te agrada el fruto.
6.Expongo del modo que me parece conveniente no del que fuera deseable para quienes aspiran a cosas alejadas de la verdad interior.


III. EL SIN-SENTIDO

En muchos días descubrí esta gran paradoja: aquellos que llevaron el fracaso en su corazón pudieron alumbrar el último triunfo, aquellos que se sintieron triunfadores quedaron en el camino como vegetales de vida difusa y apagada. En muchos días llegué yo a la luz desde las oscuridades más oscuras guiado no por enseñanza sino por meditación.

Así me dije el primer día:

1.No hay sentido en la vida si todo termina con la muerte.
2.Toda justificación de las acciones, sean éstas despreciables o excelentes, es siempre un nuevo sueño que deja el vacío por delante.
3.Dios es algo no seguro.
4.La fe es algo tan variable como la razón y el sueño.
5.“Lo que uno debe hacer” puede discutirse totalmente y nada viene definitivamente en apoyo de las explicaciones.
6.“La responsabilidad” del que se compromete con algo no es mayor que la responsabilidad de aquel que no se compromete.
7.Me muevo según mis intereses y esto no me convierte en cobarde pero tampoco en héroe.
8.“Mis intereses” no justifican ni desacreditan nada.
9.“Mis razones” no son mejores ni peores que las razones de otros.
10.La crueldad me horroriza pero no por ello y en sí misma es peor o mejor que la bondad.
11.Lo dicho hoy por mí o por otros, no vale mañana.
12.Morir no es mejor que vivir o no haber nacido, pero tampoco es peor.
13.Descubrí no por enseñanza, sino por experiencia y meditación, que no hay sentido en la vida si todo termina con la muerte.


IV. LA DEPENDENCIA

El día segundo.

1.Todo lo que hago, siento y pienso, no depende de mí.
2.Soy variable y dependo de la acción del medio. Cuando quiero cambiar al medio o a mi “yo”, es el medio el que me cambia. Entonces busco la ciudad o la naturaleza, la redención social o una nueva lucha que justifique mi existencia... En cada uno de esos casos el medio me lleva a decidir por una u otra actitud. De tal manera mis intereses y el medio aquí me dejan.
3.Digo entonces que no importa qué o quién decide. Digo en esas ocasiones que tengo que vivir, ya que estoy en situación de vivir. Digo todo esto pero no hay nada que lo justifique. Puedo decidirme, vacilar o permanecer. De todas maneras una cosa es mejor que otra, provisoriamente, pero no hay “mejor” ni “peor” en definitiva.
4.Si alguien me dice que aquél que no come muere le responderé que así es, en efecto, y que está obligado a comer aguijoneado por sus necesidades pero no agregaré a esto que su lucha por comer justifica su existencia. Tampoco diré que ello sea malo. Diré, con sencillez, que se trata de un hecho individual o colectivamente necesario para la subsistencia pero sin sentido en el momento en que se pierde la última batalla.
5.Diré, además, que me solidarizo con la lucha del pobre y del explotado y del perseguido. Diré que me siento “realizado” con tal identificación pero comprenderé que nada justifico.


V. SOSPECHA DEL SENTIDO

El día tercero.

1.A veces me he adelantado a hechos que luego sucedieron.
2.A veces he captado un pensamiento lejano.
3.A veces he descrito lugares que nunca visité.
4.A veces he contado con exactitud lo sucedido en mi ausencia.
5.A veces una alegría inmensa me ha sobrecogido.
6.A veces una comprensión total me ha invadido.
7.A veces una comunión perfecta con todo me ha extasiado.
8.A veces he roto mis ensueños y he visto la realidad de un modo nuevo.
9.A veces he reconocido como visto nuevamente algo que veía por primera vez.
...Y todo ello me ha dado que pensar. Buena cuenta me doy que, sin esas experiencias, no podría haber salido del sin-sentido.


VI. SUEÑO Y DESPERTAR

El día cuarto.

1.No puedo tomar por real lo que veo en mis sueños, tampoco lo que veo en semisueño, tampoco lo que veo despierto pero ensoñando.
2.Puedo tomar por real lo que veo despierto y sin ensueño. Ello no habla de lo que registran mis sentidos sino de las actividades de mi mente cuando se refieren a los “datos” pensados. Porque los datos ingenuos y dudosos los entregan los sentidos externos y también los internos y también la memoria. Lo válido es que mi mente lo sabe cuando está despierta y lo cree cuando está dormida. Rara vez percibo lo real de un modo nuevo y entonces comprendo que lo visto normalmente se parece al sueño o se parece al semisueño.

Hay una forma real de estar despierto: es la que me ha llevado a meditar profundamente sobre lo dicho hasta aquí y es, además, la que me abrió la puerta para descubrir el sentido de todo lo existente.


VII. PRESENCIA DE LA FUERZA

El día quinto.
1.Cuando estaba realmente despierto iba escalando de comprensión en comprensión.
2.Cuando estaba realmente despierto y me faltaba vigor para continuar en el ascenso podía extraer la Fuerza de mí mismo. Ella estaba en todo mi cuerpo. Toda la energía estaba hasta en las más pequeñas células de mi cuerpo. Esta energía circulaba y era más veloz e intensa que la sangre.
3.Descubrí que la energía se concentraba en los puntos de mi cuerpo cuando éstos actuaban y se ausentaba cuando en ellos no había acción.
4.Durante las enfermedades la energía faltaba o se acumulaba exactamente en los puntos afectados. Pero si lograba restablecer su pasaje normal muchas enfermedades empezaban a retroceder.
Algunos pueblos conocieron esto y actuaron restableciendo la energía mediante diversos procedimientos hoy extraños a nosotros.
Algunos pueblos conocieron esto y actuaron comunicando esa energía a otros. Entonces se produjeron “iluminaciones” de comprensión y hasta “milagros” físicos.